INSTRUCCIONES PARA PARTICIPAR EN ESTE BLOG
Cada semana leeremos un cuento o un poema de algún autor hispano.
Te invito a participar de la siguiente manera:
1. Escoge un cuento, poema, o ensayo de la lista de autores que aparece en la columna del lado derecho del blog. Para encontrar un ejemplo, haz clic aquí.
2. Después de leer el material elegido, crea una historia usando las ocho palabras que el grupo ¿Y... qué me cuentas? escogió en clase, o escoge otras ocho palabras de la lectura que quieras practicar. Para encontrar un ejemplo, haz clic aquí.
3. Sube tu historia usando el enlace de comentarios ("comments"). Lo encontrarás al final de cada lectura.
No temas cometer errores en tu historia. Yo estoy aquí para ayudarte. Tan pronto subas tu historia, yo te mandaré mis comentarios.
¿Estás listo? ¡ Adelante!

Escuchen los ipods de

Y…¿qué me cuentas?

Este video muestra el momento en el que los estudiantes de

Y…¿qué me cuentas?

crean una historia usando ocho palabras extraídas de un cuento previamente leído en clase.

Comparte este blog con tus amigos

Promover y difundir el blog

Y…¿qué me cuentas?

Recomendación al Gobierno de México por parte del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (CCIME) durante su XVII reunión ordinaria.

Haga clic aquí para ver el texto completo

¿Por qué aprender, mantener o mejorar el idioma español?

• 500 millones de personas hablan español en el mundo
• 48 millones de personas hablan español en Estados Unidos
• El español es el idioma oficial en 21 paises
• El español es el segundo idioma más estudiado a nivel mundial
• El español es el tercer idioma más utilizado en internet

Buscador

Search for books in Spanish

Si te gusta el blog, Y... ¿qué me cuentas? ayúdame a seguir mejorándolo. Dona un dólar o más!

Tuesday, April 30, 2013

Ejercicio de lectura y escritura de "Fonchito y la Luna"de Mario Vargas Llosa

Para leer el cuento relacionado con este ejercicio haga clic aquí.
¡Hola!

Esta semana leímos en el grupo de ¡Y qué me cuentas! en Cambridge, MA., el cuento "Fonchito y la Luna" de Mario Vargas Llosa. De igual forma pudimos disfrutar el video de la aceptación del Premio Nobel de Literatura 2010 de este escritor, mismo que ustedes pueden ver en la sección de este blog dedicada a Vargas Llosa.

El ejercicio que se realizó durante la clase fue interesante. Se creó una historia muy corta, usando la mitad de las ocho palabras en la primera oración. Durante la clase se discutió si se debía escribir una historia tan corta. La mejor respuesta está en los microrrelatos que escriben muchos escritores de ficción. No olvidemos que Augusto Monterroso escribió "El dinosaurio"(Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí) un microrrelato de solo siete palabras que sigue siendo motivo de estudio por los especialistas de literatura.

Por otra parte, esta semana va a ser la primera semana que tres grupos leeremos el mismo cuento en tres diferentes locaciones. Además de nosotros en Cambridge, lo leerá el grupo de ¡Y qué me cuentas! en Austin, TX., y el Meet up de Español en Ashville, North Carolina. Espero que los grupos se animen y me manden sus ocho palabras y el ejercicio que escriban con ellas. Será interesante ver los resultados de creación colectiva realizado por tres diferentes grupos de un mismo cuento.

Y sin más preámbulo, comparto con ustedes el ejercicio que se realizó en Cambridge, MA:
Las palabras elegidas fueron:

1. Azotea
2. Ruborizarse
3. Embobado
4. Pícaro
5. Agradecido
6. Anochecer
7. Tez
8. Golpear

La historia creada es la siguiente:

"La tez del pícaro se ruborizó porque había cerrado la puerta de la azotea y no podía bajar. Golpeó la puerta porque tenía que llegar a la fiesta antes del anochecer. Por fin su hermano, embobado, abrió la puerta y el pícaro se sintió agradecido."

¡Sigan participando!

Mayo 5, 2013
Y como lo prometido es deuda, comparto con ustedes el mensaje que nos envió el grupo de Austin, Texas y su ejercicio. Lo interesante es que coincidieron en dos palabras con el grupo en Cambridge. Leamos el mensaje, y la historia que escribieron:

Al grupo "¿Y qué me cuentas?" de Austin nos gustó el cuento "Fonseco y la luna." También nos gustó escribir nuestro cuento usando las 8 palabras que escogimos del texto.

Aquí están nuestras 8 palabras:

1. Respingar
2. Balde-regadera
3. Señalaba
4. Golpeándole
5. Azotea
6. Embobado
7. Respuesta
8. Exigencia

Lo que sigue es el cuento que escribimos juntos:

"Cuando estalló el incendio en la azotea mi hermano estaba embobado y trató de apagarlo con un balde-regadera. No pudo, pero en la exigencia del momento, su respuesta fue agarrar mi mejor abrigo y golpeando el fuego con él por fin lo apagó.

Eso señalaba que necesito un nuevo abrigo. Mi hermano con su nariz respingada aún puede oler el humo del fuego.


Muchas gracias por el cuento amigos de Austin. Aquí les copio la parte de la historia en la que sugiero se haga un cambio el cual aparece en paréntesis y en color rojo. 

"Eso señalaba (Esto indica) que necesito un nuevo abrigo. Mi hermano con su nariz respingada aún puede oler el humo del fuego."

¡Sigan participando!
Ramón.

05.06.13
Y ahora comparto con ustedes el ejercicio que nos mandó el Asheville Spanish club Meetup. Me da gusto que se hayan animado a hacer su ejercicio. Como podrán ver, ellos también eligieron las palabras "azotea" y "embobado" que los otros grupos eligieron. Por alguna razón fueron las palabras más populares. Leamos su ejercicio:


Dear Ramón,
Here are the eight words we chose and the story we made from "Fonchito y la luna" today at the Asheville Spanish Club Meetup:
1. respingada
2. beso
3. azotea
4. empezar
5. feliz
6. embobado
7. limeño
8. suspiro
Había una vez un conejito limeño muy feliz con orejas respingadas. Un día en el parque, el conejito suspiró y dijo "¿Dónde están los otros conejitos?" Él empezó saltar al centro. Estaba embobado al ver un edificio grande y se moría de ganas de subir a la azotea. Cuándo llegó a la cima vio todos los otros conejitos. Y ellos dijeron ¡Sorpresa! ¡Feliz cumpleaños! Y todos le regalaron con besos.

¡Saludos!
Elena/Helen

¡Muy buena historia! La idea de hacer al conejito limeño fue buena pues le da una nacionalidad... y creo que es la primera vez que veo que a un animalito se le conceda su nacionalidad...¡Buena historia y sigan participando!

Tuesday, April 23, 2013

Ejercicio de lectura y escritura de "Un día de estos" de Gabriel García Márquez

Para leer el cuento relacionado con este ejercicio haga clic aquí.

Esta semana el grupo de ¡ Y qué me cuentas! en Cambridge, MA leímos el cuento "Un día de estos" de Gabriel García Márquez. Como fue la primera vez que los alumnos hacían este ejercicio grupal hubo un poco de dificultad en dejar soltar la imaginación, pero finalmente lograron escoger sus ocho palabras y escribir un pequeño relato con ellas.

Comparto con ustedes el ejercicio, esperando que se animen y suban sus propios ejercicios en el enlance que dice "comments".

1. Destemplado
2. Postiza
3. Un tiro
4. Gaveta
5. lagrimas
6. Displicente
7. Gallinazos
8. Suspiro

Aquí está la historia que se escribió con estas ocho palabras:

"La gaveta estaba llena de lágrimas. Los gallinazos destemplados daban grandes suspiros porque no podían beberlas. Un gaucho displicente con una mano postiza dio un tiro contra los gallinazos que cayeron dentro de la gaveta llena de lágrimas donde por fin pudieron beberlas."


Monday, April 8, 2013

"Fonchito y la luna" por Mario Vargas Llosa

Para leer el ejercicio de este cuento haga clic aquí.
FONCHITO Y LA LUNA

Mario Vargas Llosa


Fonchito se moría de ganas de besar las mejillas de Nereida, la niña más bonita de su clase.

Nereida tenía unos ojos grandes y muy vivos, una naricilla respingada, unos cabellos negrísimos y una tez blanca como la nieve que debía ser –pensaba Fonchito- más suave que la seda.

Un día, durante el recreo, se atrevió a acercarse a ella y, sin que lo oyeran sus compañeros que jugaban alrededor, le dijo: -Me gustaría darte un beso en la mejilla. ¿Me dejarías?

Nereida, ruborizándose ligeramente, lo miró muy seria antes de responder:

-Te dejaré si bajas la luna y me la regalas.

Fonchito se quedó tristón y desmoralizado.

¿Qué significaba esa respuesta sino que Nereida nunca le permitiría besarla en la mejilla?

Pero desde entonces empezó a hacer algo que no había hecho nunca antes: pasarse mucho rato mirando la Luna embobado desde el balcón o la azotea de su casa. Es decir, cuando la luna salía, lo que ocurre rara vez en la ciudad de Lima, cuyo cielo suele estar cubierto de nubes muchos meses del año.

Uno de esos raros días en que lucía en el cielo limeño una Luna redonda como un queso, luego de estarla contemplando mucho rato, Fonchito, dando un suspiro, se disponía a bajar a su cuarto a acostarse.

Y en eso, con un aceleramiento del corazón advirtió de pronto que la Luna no solo estaba en el cielo sino también a sus pies, reflejada en el balde-regadera que usaba Don Rigoberto, su padre, para regar los maceteros con geranios que daban color y vida a la azotea de su casa.

Se fue a acostar, feliz y agradecido a la casualidad o a los dioses, porque, estaba seguro, había encontrado la manera de cumplir con la exigencia de Nereida.

Al día siguiente se lo dijo, en el recreo de la media mañana:

-Ya está, ya sé como bajarte la luna y regalártela. ¿Cuándo podría ir a tu casa de noche, a la hora que sale la luna?

-Nunca- le respondió Nereida-, salvo un jueves. Porque los jueves mi papá se va al club con sus amigos y mi mamá juega al bridge con sus amigas.

El siguiente jueves, Fonchito se presentó en casa de Nereida al anochecer. La niña, a pedido de él, lo llevó a la terraza. Fonchito observó el cielo y sonrió. Tenía suerte: ahí estaba, amarilla y redonda, refulgiendo con un brillo pícaro.

Entonces le pidió a su amiga que le trajera un lavador o una olla llena de agua. Nereida lo hizo. Y se quedó observándolo intrigada. Fonchito cogió el recipiente, miró el cielo, se movió por la terraza buscando el lugar más adecuado y, por fin, depositó el lavador en el suelo. Con la mano, hizo que su amiga se acercara.

Cuando Nereida llegó junto a él y miró lo que la mano de Fonchito señalaba, vio en el fondo del recipiente, temblando levemente con el movimiento del agua, una pequeña Luna redonda y amarilla. Estuvo mirándola mucho rato sin decir nada y sin mirar a su amigo.

Fonchito se preguntaba si el corazón de Nereida estaría golpeándole el pecho tan fuerte como su corazón golpeaba el suyo.

Supo que sí cuando Nereida, todavía sin mirarlo, le acercó la cara para que la besara en la mejilla.

Elena Poniatowska entrevista breve