INSTRUCCIONES PARA PARTICIPAR EN ESTE BLOG
Cada semana leeremos un cuento o un poema de algún autor hispano.
Te invito a participar de la siguiente manera:
1. Escoge un cuento, poema, o ensayo de la lista de autores que aparece en la columna del lado derecho del blog. Para encontrar un ejemplo, haz clic aquí.
2. Después de leer el material elegido, crea una historia usando las ocho palabras que el grupo ¿Y... qué me cuentas? escogió en clase, o escoge otras ocho palabras de la lectura que quieras practicar. Para encontrar un ejemplo, haz clic aquí.
3. Sube tu historia usando el enlace de comentarios ("comments"). Lo encontrarás al final de cada lectura.
No temas cometer errores en tu historia. Yo estoy aquí para ayudarte. Tan pronto subas tu historia, yo te mandaré mis comentarios.
¿Estás listo? ¡ Adelante!

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Y…¿qué me cuentas?

Este video muestra el momento en el que los estudiantes de

Y…¿qué me cuentas?

crean una historia usando ocho palabras extraídas de un cuento previamente leído en clase.

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Y…¿qué me cuentas?

Recomendación al Gobierno de México por parte del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (CCIME) durante su XVII reunión ordinaria.

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Monday, February 27, 2017

"La tristeza" de Rosario Barrios Peña


La Tristeza
Rosario Barros Peña 
(España, 1935)

El profe me ha dado una nota para mi madre. La he leído. Dice que necesita hablar con ella porque yo estoy mal. Se la he puesto en la mesilla, debajo del tazón lleno de leche que le dejé por la mañana. He metido en el microondas la tortilla congelada que compré en el supermercado y me he comido la mitad. La otra mitad la puse en un plato en la mesilla, al lado del tazón de leche. Mi madre sigue igual, con los ojos rojos que miran sin ver y el pelo, que ya no brilla, desparramado sobre la almohada. Huele a sudor la habitación, pero cuando abrí la persiana ella me gritó. Dice que si no se ve el sol es como si no corriesen los días, pero eso no es cierto. Yo sé que los días corren porque la lavadora está llena de ropa sucia y en el lavavajillas no cabe nada más, pero sobre todo lo sé por la tristeza que está encima de los muebles. La tristeza es un polvo blanco que lo llena todo. Al principio es divertida. Se puede escribir sobre ella, “tonto el que lo lea”, pero, al día siguiente, las palabras no se ven porque hay más tristeza sobre ellas. El profesor dice que estoy mal porque en clase me distraigo y es que no puedo dejar de pensar que un día ese polvo blanco cubrirá del todo a mi madre y lo hará conmigo. Y cuando mi padre vuelva, la tristeza habrá borrado el “te quiero” que le escribo cada noche sobre la mesa del comedor.

Saturday, February 18, 2017

"El verano feliz de la señora Forbes" de Gabriel García Márquez


El verano feliz de la señora Forbes
Doce cuentos peregrinos (1992)

Gabriel García Márquez
Aracataca, Colombia 1928 

Por la tarde, de regreso a casa, encontramos una enorme serpiente de mar clavada por el cuello en el marco de la puerta, y era negra y fosforescente y parecía un maleficio de gitanos, con los ojos todavía vivos y los dientes de serrucho en las mandíbulas despernancadas. Yo andaba entonces por los nueve años, y sentí un terror tan intenso ante aquella aparición de delirio, que se me cerró la voz. Pero mi hermano, que era dos años menor que yo, soltó los tanques de oxígeno, las máscaras y las aletas de nadar y salió huyendo con un grito de espanto. La señora Forbes lo oyó desde la tortuosa escalera de piedras que trepaba por los arrecifes desde el embarcadero hasta la casa, y nos alcanzó, acezante y lívida, pero le bastó con ver al animal crucificado en la puerta para comprender la causa de nuestro horror. Ella solía decir que cuando dos niños están juntos ambos son culpables de lo que cada uno hace por separado, de modo que nos reprendió a ambos por los gritos de mi hermano, y nos siguió recriminando nuestra falta de dominio. Habló en alemán, y no en inglés, como lo establecía su contrato de institutriz, tal vez porque también ella estaba asustada y se resistía a admitirlo. Pero tan pronto como recobró el aliento volvió a su inglés pedregoso y a su obsesión pedagógica.
—Es una murena helena —nos dijo—, así llamada porque fue un animal sagrado para los griegos antiguos.
Oreste, el muchacho nativo que nos enseñaba a nadar en aguas profundas, apareció de pronto detrás

Sunday, February 12, 2017

"Génesis, 2" de Marco Denevi


Génesis, 2
Marco Denevi

Imaginad que un día estalla una guerra atómica. Los hombres y las ciudades desaparecen. Toda la tierra es como un vasto desierto calcinado. Pero imaginad también que en cierta región sobreviva un niño, hijo de un jerarca de la civilización recién extinguida. El niño se alimenta de raíces y duerme en una caverna. Durante mucho tiempo, aturdido por el horror de la catástrofe, sólo sabe llorar y clamar por su padre. Después sus recuerdos se oscurecen, se disgregan, se vuelven arbitrarios y cambiantes como un sueño. Su terror se transforma en un vago miedo. A ratos recuerda, con indecible nostalgia, el mundo ordenado y abrigado donde su padre le sonreía o lo amonestaba, o ascendía (en una nave espacial) envuelto en fuego y en estrépito hasta perderse entre las nubes. Entonces, loco de soledad, cae de rodillas e improvisa una oración, un cántico de lamento. Entretanto la tierra reverdece: de nuevo brota la vegetación, las plantas se cubren de flores, los árboles se cargan de frutos. El niño, convertido en un muchacho, comienza a explorar la comarca. Un día ve un ave. Otro día ve un lobo. Otro día, inesperadamente, se halla frente a una joven de su edad que, lo mismo que él, ha sobrevivido a los estragos de la guerra nuclear. Se miran, se toman de la mano: ya están a salvo de la soledad. Balbucean sus respectivos idiomas, con cuyos restos forman un nuevo idioma. Se llaman, a sí mismos, Hombre y Mujer. Tienen hijos. Varios miles de años más tarde una religión se habrá propagado entre los descendientes de ese Hombre y de esa Mujer, con el padre del Hombre como Dios y el recuerdo de la civilización anterior a la guerra como un Paraíso perdido.

Saturday, February 4, 2017

"La montaña: de Enrique Anderson Imbert

 La montaña

 Enrique Anderson Imbert
(Argentina)
1910-2000
(Cuento breve)

El niño empezó a trepar por el corpachón de su padre, que estaba amodorrado en la butaca, en medio de la gran siesta, en medio del gran patio. Al sentirlo, el padre, sin abrir los ojos y sotorriéndose, se puso todo duro para ofrecer al juego del hijo una solidez de montaña. Y el niño lo fue escalando: se apoyaba en las estribaciones de las piernas, en el talud del pecho, en los brazos, en los hombros, inmóviles como rocas. Cuando llegó a la cima nevada de la cabeza, el niño no vio a nadie.
-¡Papá, papá! -llamó a punto de llorar.
Un viento frío soplaba allá en lo alto, y el niño, hundido en la nieve, quería caminar y no podía.
-¡Papá, papá!
El niño se echó a llorar, solo sobre el desolado pico de la montaña.

Thursday, February 2, 2017

Ejercicio de lectura y escritura de "Historia del guerrero y de la cautiva" de Jorge Luis Borges

Hola a todos,

Al parecer, el grupo Y... ¿qué me cuentas? en Austin Texas, decidió hacer un experimento. Realizaron un cuento tomando como base 16 palabras de dos cuentos, como pueden leer a continuación. Esta es la primera vez que se hace ese experimento (ya que normalmente solo se crea un cuento con ocho palabras de un cuento leído en clase). Aquí están las notas que la clase me envió. Incluí los enlaces a los otros cuentos para que puedan tener todo el contexto de este ejercicio.

El cuento que empezamos la semana pasada basado en ocho palabras de "Los vecinos de la principal derecha" de Enrique Jardiel Poncela es el siguiente"

Hacía un crepúsculo nublado cuando Tony y América entraron a una casa desalquilada que estaba embrujada. De pronto, se oyeron unos tacones tropezar. El niño murmuró a su amiga que su mamá había advertido de una casa con malos espíritus que enloquecían a sus habitantes. Pero siendo valientes, los niños se subieron al ascensor como quiera.
...continuará...

Ahora terminamos nuestro cuento con las ocho palabras que encontramos en “Historia del guerrero y de la cautiva” de Borges.)

(Para leer el cuento "Historia del guerrero y de la cautiva" de Jorge Luis Borges relacionado con este ejercicio, haga clic aquí.)

1. hediondez
2. espejo
3. cipreces
4. insondable
5. denominaba
6. baratijas
7. entreverado
8. desterrado

Al salir del ascensor, ellos se miraron en un espejo en la pared y surgió un hedor insondable que no podían denominar. Era el olor de los cipreces muertos en el patio.

Los niños encontraron unas baratijas entreveradas entre unas joyas de un fantasma desterrado de su antigua morada. Ellos querían las joyas pero tenían mucho miedo y escaparon por la puerta y corrieron hacia sus casas.

Ejercicio de lectura y escritura de Los vecinos del principal derecha” de Enrique Jardiel Poncela.

Para leer el cuento Los vecinos del principal derecha” de Enrique Jardiel Poncela relacionado con este ejercicio, haga clic aquí

Aquí está el cuento que escribimos el 25 de mayo, basado en vocabulario de “Los vecinos del principal derecha”
de Enrique Jardiel Poncela.

1. desalquilado
2. tropecé
3. tacones
4. murmurar
5. crepúsculo
6. enloquecer
7. ascensor
8. América


Hacía un crepúsculo nublado cuando Tony y América entraron a una casa desalquilada que estaba embrujada. De pronto, se oyeron unos tacones tropezar. El niño murmuró a su amiga que su mamá había advertido de una casa con malos espíritus que enloquecían a sus habitantes. Pero siendo valientes, los niños se subieron al ascensor como quiera.
...continuará...